Qué es ‘la clase media trabajadora’, el término que Sánchez ha copiado a Albert Rivera para ganar votos
Cuando, en 2018, Albert Rivera se refirió en varias declaraciones públicas y en tuits a «la clase media trabajadora», al entonces líder de Ciudadanos le cayeron chuzos de punta.
Lo hizo en octubre de ese año, con motivo de la presentación de los Presupuestos para 2019, al criticar que las medidas previstas por el Gobierno de PSOE y Podemos atentaban contra «la clase media trabajadora». Unos meses antes, en marzo, Rivera advirtió que si Mariano Rajoy no aceptaba bajar el IRPF a tres millones de españoles que no llegaban a mileuristas «no apoyaremos los presupuestos. Ya basta de machacar a la clase media trabajadora».
Las críticas a las referencias de Rivera le llegaron por incluir en ‘la clase media trabajadora’ tanto a personas con ingresos superiores a los 100.000 euros como a individuos con rentas bajas.
Ahora, Pedro Sánchez ha copiado la expresión de Rivera, y dice cosas como «me voy a dejar la piel para defender a la clase media trabajadora de nuestro país» (hace dos semanas, en el Congreso, en el Debate del estado de la nación). «Servimos y gobernamos para la clase media y trabajadora, aunque al hacerlo resultemos incómodos ante algunos poderes» (este viernes). Pero, ¿qué es la clase media trabajadora? ¿existe realmente?
«El concepto de clase media trabajadora es equívoco y demagógico», afirma el economista Lorenzo Bernardo de Quirós. «Primero, España es un país de clases medias», dice. «Segundo, el 99% de la fuerza laboral española obtiene sus ingresos por rendimiento del trabajo, incluidos los contribuyentes situados en los tramos más altos del IRPF», explica.
En opinión de Bernardo de Quirós se trata de «un término político y arbitrario sin contenido real alguno en lo que es la realidad del país». Es una «reminiscencia de la terminología marxista y de una concepción de la sociedad basada en la clase, olvidando que no existen clases homegéneas con intereses comunes y uniformes».
Si ya de por sí el término clase media es complejo, el giro hacia la concepción de la clase media trabajadora lo hace aun más difuso.
«De acuerdo a los baremos de la OCDE, la clase media está integrada por personas con ingresos entre un 75% y un 200% de la renta media, lo que en España sería entre 14.000 y 33.000 euros», señala Fernando Luján, secretario confederal del sindicato UGT.
«Numéricamente no es una definición que convenza mucho, con unos ingresos anuales de 14.000 euros decir que se es de clase media…», comenta. «Pero es un concepto que depende de muchos factores, un país con una amplia clase media, como España, es un país con una buena estabilidad y seguridad ciudadana», indica. «En España, el 70% de la población se considera de clase media», apunta el sindicalista.
Gregorio Izquierdo, director del Instituto de Estudios Económicos, aconseja emplear el indicador de Igualdad de Oportunidades y el de Movilidad Intergeneracional de ingresos para entender mejor el concepto de clase media en España.
Atendiendo a esos dos indicadores, señala Izquierdo, se puede decir que «el nivel de vida español es avanzado, no hay mucha diferencia entre clases en el gasto y consumo de las familias». España presenta una posición relativa destacable en esos indicadores, sin embargo, muestra un peor comportamiento en los indicadores que tratan de medir los factores que propician a futuro un mayor grado de igualdad de oportunidades, como recoge el informe del organismo Empresa, igualdad de oportunidades y progreso social, publicado en septiembre de 2021.
Izquierdo llama la atención también sobre la última Encuesta financiera de las familias, publicado esta semana por el Banco de España, y la Encuesta de Presupuestos Familiares del Instituto Nacional de Estadística, del año 2021, que muestran como en España existe mayor homogeneidad en términos de gasto, pero mayor diferencias en términos de rentas.
Los datos del Banco de España muestran diferencias abultadas entre la renta media por grupos de edad -de 18.900 euros entre 20 y 40 años, y de 43.000 euros entre 60 y 80 años-. Y los de la encuesta del INE afloran sin embargo pocas diferencias entre los niveles de gasto anual por hogares -entre cinco grupos de rentas de hogares, los posicionados entre el segundo y el cuarto grupo tienen un gasto anual de entre 1.548 euros y 2.988 euros-.
«El término clase media trabajadora no es nuevo, ya fue utilizado a menudo por Ciudadanos, especialmente por Albert Rivera, vinculándolo con la política fiscal», recuerda Sara García, secretaria de Acción Sindical y Empleo de USO.
Es un término, dice, «que pretende aludir a los trabajadores y trabajadoras con rentas bajas, precariedad laboral y con dificultades a la hora de llegar a fin de mes que podrían considerar peyorativo, o simplemente no identificarse, si se intenta conectar con ellos definiéndolos como clase baja o trabajadora».
La identificación subjetiva de clase «ha variado en los últimos años y la mayoría de la población se autodenomina como clase media, aunque su salario o su situación laboral diga lo contrario», advierte Sara García. «La clase media es cada vez menos numerosa, y como organización sindical nos preocupa esa falta de identificación, que desmoviliza y diluye las reivindicaciones de mejoras salariales», añade.
Para Eduardo Abad, presidente de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (Upta), constituida por 34 organizaciones territoriales y sectoriales, «la clase media trabajadora es una clase inexistente».
Abad explica que, de acuerdo a datos de la Agencia Tributaria y de la Seguridad Social, «tenemos un 60% de los trabajadores autónomos con rentas inferiores a los mileuristas». Este grupo de autónomos, lamenta, «no son clase media trabajadora, son autónomos en precariedad económica».